La prensa local divulgó la semana pasada la noticia sobre el pobre desempeño de los estudiantes de Puerto Rico conforme las pruebas de aprovechamiento académico estandarizadas conocidas como PISA. La fuente de medición comparativa de las destrezas fundamentales requeridas en los estudiantes para la economía global, en lectura, ciencias y matemáticas, se miden principalmente con estas pruebas PISA, (Progress for International Student Assessment, administradas por la OECD (Organization for Economic Cooperation and Development) cada tres años. Aprovechamos esta oportunidad para analizar más detalladamente las mencionadas pruebas de aprovechamiento y como reflejan el fracaso del Departamento de Educación, así como la necesidad de romperlo y comenzar de nuevo.
Estas pruebas miden el aprovechamiento de los estudiantes de 15 años, para utilizar sus destrezas en situaciones de la vida real. Se administra en 66 países y economías regionales. En el 2012 se realizó el último estudio disponible. Para la edición del 2015, se realizó la encuesta en el segundo semestre de ese año y aun no se han publicado los resultados.
En dichas pruebas, Shanghái, provincia de China, tiene la puntuación más alta en matemáticas, con un promedio de 613 puntos, lo que significa 119 puntos (o el equivalente a casi tres años de escolarización) por encima del promedio de los países miembros de la OECD. Shanghái-China, Singapur, Hong Kong-China, Taipéi China, Corea, Macao-China, Japón, Liechtenstein [1], Suiza y Holanda, en orden descendente en cuanto a puntuación, son los diez mejores en matemáticas. Estados Unidos tiene la posición número 36. De igual forma, Shanghái-China, Hong Kong-China, Singapur, Japón y Corea son los cinco países y economías con mejor rendimiento en lectura. Estados Unidos tiene la posición número 24. De igual manera, Shanghái-China, Hong Kong-China, Singapur, Japón y Finlandia son los cinco con rendimiento más alto en ciencias. Estados Unidos tiene la posición número 28.
Shangái-China también ha obtenido la puntuación más alta en educación financiera, seguido de la Comunidad Flamenca de Bélgica (una de las tres comunidades de Bélgica), Estonia, Australia, Nueva Zelanda, la República Checa y Polonia. Estados Unidos tiene la posición número 8.
El desempeño en la resolución de problemas es otro de los indicadores de medición en PISA. Los alumnos de Singapur y Corea, seguidos de los japoneses, son los que obtienen mejores resultados en resolución de problemas entre todos los países y economías participantes. Estados Unidos ocupa la posición núm. 18. Sin embargo, resulta interesante que, en la resolución de problemas, en Australia, Brasil, Italia, Japón, Corea, Macao-China, Serbia, Inglaterra (Reino Unido) y Estados Unidos, los alumnos obtienen resultados superiores que alumnos de otros países que muestran un rendimiento similar en lectura, matemáticas y ciencia.
En el 2012 se hizo una prueba de PISA para Puerto Rico, como antesala para su inclusión permanente en pruebas futuras. En todas las materias, la Isla se ubicó por debajo de países latinoamericanos como Chile, México y Costa Rica. En la prueba de matemáticas, Puerto Rico se colocó en la posición 58 de 65. (Singapur fue 2; Irlanda, 20, y Estados Unidos, 36). En ciencias, Puerto Rico fue 55 de 65 (Singapur, 3; Irlanda, 14, y Estados Unidos, 28). En lectura, fuimos 53 de 65. (Singapur, 3; Irlanda, 7, y Estados Unidos, 24). (ENDI, 2014). No hay duda que el sistema educativo de Puerto Rico está muy rezagado en el desarrollo de destrezas en los estudiantes para la economía global.
Los resultados de PISA indican que, por encima de un determinado nivel de gasto por estudiante, la excelencia en la educación exige que a la forma en que se asignan los recursos se le otorgue tanta importancia como a la cantidad de recursos disponibles. Los sistemas escolares con alto rendimiento tienden a asignar recursos más equitativamente entre las escuelas privilegiadas y las desfavorecidas desde el punto de vista socioeconómico. Las escuelas con más autonomía en materia de planes de estudios y evaluaciones tienden a rendir mejor que las escuelas con menos autonomía cuando forman parte de sistemas escolares con más disposiciones de rendición de cuentas y/o mayor colaboración entre el maestro y el principal en la gestión de la escuela.
Puerto Rico tiene la oportunidad aún de transformar el sistema de educación pública hacia uno totalmente diferente, descentralizando la educación a nivel regional y local, asignando el presupuesto a juntas escolares de padres y maestros y fomentando enfoques como las escuelas “charter”. También es necesario cambiar el sistema de reclutamiento de maestros para enfatizar en nuevos maestros seleccionados entre los mejores graduados universitarios con alta preparación en matemáticas, ciencias y tecnología con escalas salariales más altas y competitivas. Parece que debemos romper el Departamento de Educación y comenzar de nuevo.
[1] Pequeño estado, conocido como Principado de Liechtenstein con fronteras con Suiza y Austria, con una población de 37 mil habitantes.